EAESU - Semana 16 - ¿Cuáles son las consecuencias de la exposición a armas biológicas?


¿Cuáles son las consecuencias de la exposición a armas biológicas?

Por: Aarón Vidal Auccapuri Espinoza
aaron.auccapuri@unmsm.edu.pe


Resumen:
El uso de armas biológicas viene de la antigüedad, sin embargo, su uso se ha intensificado en las últimas décadas. Se usan desde microorganismos comunes como la viruela, hasta algunos recientes y muy mortales como el SARS. Esto genera una gran cantidad de muertes y gastos enormes en salud. El alcance de estas armas es muy grande, convirtiéndose así en un problema a nivel mundial de suma importancia que debe ser atendido con urgencia.

Introducción:
A través de la historia, el hombre ha desarrollado una gran cantidad de armas, desde algunas muy simples como el arco y la flecha hasta otras totalmente destructivas como las bombas atómicas. En las últimas décadas se ha visto la aparición de nuevas armas, las armas biológicas, o sea, el uso de agentes biológicos, tales como bacterias, virus o toxinas, para producir un daño grave en una determinada área; pero ¿qué consecuencias puede producir en las personas? En este pequeño ensayo hablaremos acerca de las consecuencias que producen en el organismo.
Palabras clave: arma biológica, bioterrorismo, impacto biológico

Abstract:
Throughout history, man developed a large number of weapons, from very simple ones such as the bow and arrow to other totally destructive weapons such as atomic bombs. In recent decades, has seen new weapons, biological weapons, that is  the use of biological agents, stories such as bacteria, viruses or toxins, to produce serious damage in a certain area; but what consequences can they produce on people? In this short essay we will talk about these consequences, especially those that refer to the cognitive field.
Keywords: biological weapon, bioterrorism, biologic impact

Desarrollo: Seguramente varios de nosotros hemos oído hablar acerca del atentado del 11 de septiembre y del posterior aparecimiento de brotes de ántrax, pero, estos ataques, ¿son recientes? La respuesta es no, estos ataques no son recientes, sino que vienen, incluso, de la antigüedad. Estos ataques produjeron grandes pérdidas humanas y, recientemente, económicas, debido al alto gasto en salud que se produce (esto realmente es solo en países desarrollados, pues en los de tercer mundo no hay tanto gasto en salud, sino en otros rubros).
     Historia: A continuación, veremos algunos eventos de gran importancia en este tema [1], [2], [3], [4], [5], [6], [7]
     s.VI a.C.: Los asirios envenenaban los pozos de agua de sus enemigos con ergotamina, una sustancia producida por un hongo, el cornezuelo del centeno (Calviceps purpurea).
     s.IV: Los escitas lanzaban flechas con heces a sus enemigos.
     1347: Los tártaros, por orden del khan Djony Bek, lanzan restos pútridos a la ciudad de Kaffa. Esta acción fue la que desencadenaría posteriormente la epidemia de la peste bubónica en Europa.
     s.XVI: Con la llegada de los españoles a América, los imperios Inca y Azteca sucumbieron ante la llegada de la viruela. Entre los métodos usados por los invasores fue el de entregar mantas de enfermos con viruela entre los nativos.
     1710: El ejército ruso catapultó cadáveres para diezmar a los soldados suecos.
     1767: Un caso similar al anterior se dio en los Estados Unidos, donde las víctimas fueron los colonos leales a Francia.
     Primera Guerra Mundial: Tanto ingleses y franceses como alemanes comenzaron con la investigación sobre la posible aplicación de agentes patógenos en sus conflictos bélicos.
     Segunda Guerra Mundial: Se intensificaron estas investigaciones, pero podemos resaltar las atrocidades cometidas por los japoneses, los cuales inocularon el cólera, la tifoidea, el carbunco o ántrax, la gonorrea y la sífilis a coreanos y manchúes, además de arrojar pulgas con Yersinia pestis desde aviones por China.
     Guerra Fría: Aquí se desarrolló una gran carrera armamentística, tanto de armas nucleares, así como de las biológicas.

Ya vimos varios acontecimientos relacionados con el uso de bioarmas, pero cuáles son. La CDC (Center for Disease Control and Prevention) los clasifica en tres grupos. [8], [9], [10], [11].
    Categoría A: Diseminación rápida, alta mortalidad, generan pánico social. Pueden ser los siguientes:
    Clostridium botulinum - botulismo
    Bacillus anthracis - carbunco
    Yersinia pestis - peste
    Francisella tularensis - tularemia
    Otras como el virus del ébola, el de Marburgo, el Lassa (arenavirus), la fiebre amarilla y la viruela, entre otros.
    Categoría B: Diseminación moderada, baja mortalidad, necesitan de vigilancia.
    Salmonella sp. - salmonelosis
    Vibrio cholerae - cólera
    Brucella sp. - brucelosis
    Rickettsia prowazekii - tifus
    Contaminación de alimentos y/o agua por cualquiera de los anteriormente mencionados
    Categoría C: Fácil disponibilidad, producción y diseminación, poseen potencial de mortalidad.
    Virus Nipah, virus hanta, tuberculosis o el SARS.


     Principales consecuencias en la salud:
A continuación, mencionaremos las principales formas de contagio, desarrollo y síntomas que producen estas enfermedades. [12], [13], [14], [15]
     Carbunco (Bacillus anthracis): A menudo se realiza el contagio por medio de inhalación de esporas. Estas se depositan en los alvéolos, donde son fagocitadas por macrófagos y llevadas a los nódulos linfáticos; ahí liberan una toxina que produce un colapso cardiovascular y posteriormente la muerte. Sus principales síntomas son fiebre, malestar general, dolor en tórax y abdomen y derramamiento pleural. Es el “emblema” de este tipo de armas.
     Peste (Yersinia pestis): Se puede transmitir por una picadura de una pulga infectada, pero como arma biológica se dispersa mediante bombas o aerosoles. Una vez en el organismo, es fagocitado por los macrófagos, mas no son destruidos; allí se reproducen y producen necrosis, inflamación y la muerte. Sus principales signos son fiebre, tos con sangre, disnea y síntomas gastrointestinales.
     Botulismo (Clostridium botulinum): En este caso se usa su toxina, la cual produce parálisis en los músculos y la destrucción de las sinapsis neuromusculares. Se puede contagiar por vía alimentaria o por medio de aerosoles.
     Viruela (Variola major y minor): Es una de las menos dañinas en estos tiempos; sin embargo, todavía es usada, ya que posee algunas cepas muy virulentas. Una vez en el cuerpo, el virus viaja a los nódulos linfáticos lo cual produce la aparición de pápulas en la piel. Sus síntomas son cefalalgia, malestar, dorsalgia, vómitos y maculopápulas en extremidades y tronco.

     Protocolo de Ginebra (1925): Es el nombre con el que se conoce al Protocolo sobre la prohibición del empleo en la guerra de gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos, en el cual se prohíbe el uso de armas químicas [16] como el gas mostaza o pimienta, así como toxinas bacterianas. De este protocolo posteriormente deriva la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (Biológicas) y Toxínicas (1972), que prohíbe el uso de armas biológicas (bacteriológicas y posteriormente, víricas). [17]

Conclusiones:
Entonces, podemos inferir que el ser humano a llegado al extremo de usar las enfermedades para atacar diversos poblados, sin importar los graves daños que le ocasionan a los inocentes. Entonces presentaré algunas conclusiones que derivan de lo anteriormente expuesto.
     Debemos aprender sobre el alcance que tienen el uso de este tipo de armas sobre la población mundial, que puede ser afectada por algún intento terrorista.
     La exposición a armas biológicas puede producir alguna mutación en el afectado, estos cambios pueden transmitirse a futuras generaciones, complicando su desarrollo físico y cognitivo (esto mayormente se da en el caso de armas químicas, aunque algunas pueden considerarse dentro de este grupo, ya que liberan toxinas).
     A pesar de los intentos de eliminar su uso, cada vez más países obtienen estas armas, como Irán, Corea del Norte, Afganistán y otros, lo cual representa un gran riesgo para la seguridad mundial.
Referencias bibliográficas:
     [1], [8] Natalia Escobar, Julieth Vega. Armas biológicas, ¿una amenaza terrorista para Colombia? Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad. 2008; volumen 3 (2): 135-148.
     [2], [9], [12] Carlos Franco Paredes, Alfonso Rodriguez Morales, Jose Ignacio Santos Preciado. Agentes del bioterrorismo: preparándose para lo impensable. Revista de Investigación Clínica. 2005; volumen 57 (3): 695-705.
     [3], [13] Gonzalo Wilson Lazo. Guerra biológica: Una síntesis de una antigua nueva guerra.
     [4] Inmaculada Bueno Atanze. Armas biológicas: Situación y desarrollo. Documento Opinión. 2012: 1-14
     [5], [14] Luis G. Galán Wong. Armas biológicas. Ciencia UANL. 2002; volumen 5 (1): 79-84
     [6] Enrique A. Silveira, Alfredo Pérez Amores. Historia de las armas biológicas y el bioterrorismo. REDVET. 2010; volumen 11 (3B): 1-10
     [10] Nieva Machín. Las armas biológicas, perspectivas del futuro. UNISCI. 2014; N° 35: 205-221.
     [7], [11], [15] Harrison, Dennis Kasper, Anthony Fauci, Stephen Hauser, Dan Longo, J. Larry Jameson y Joseph Loscalzo. Principios de medicina interna. Editorial Mac Graw - Hill. 19° edición. Volumen 1.
     [16] Joel Jardim. Guerra química y biológica. Rev. Transformaciones/Buenos Aires: 1-23. (En caso quiera saber más sobre las armas químicas)
     [17] Camilo Sanhueza. Hacia el fin de las armas biológicas. Chile. FLASCO-Chile; 1998.

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