LC- Semana 11: Interculturalidad en salud
Interculturalidad
en salud: Importancia de las lenguas indígenas
Urpi Chalco
Talledo
urpi.chalco@unmsm.edu.pe
A lo largo de los años,
se ha tratado de homogeneizar, unificar, asimilar a las culturas indígenas,
subordinarlas a la cultura dominante u occidental. Durante muchos años se ha
marginado, excluido a estas culturas, centralizando todo el desarrollo en la
capital. Esta problemática fue valorada desde hace pocas décadas debido a la
grave vulneración de los derechos humanos que se estuvo produciendo a las
comunidades indígenas. Es así como se desarrolló el concepto de
interculturalidad. La interculturalidad tanto en salud como en educación son
temas de gran importancia para el desarrollo de una sociedad. Sobre todo, en el
Perú que es un país multicultural, multilingüe, megadiverso, donde coexisten
distintas culturas con una vasta variedad de lenguas. Sin embargo, a pesar de
ser un país que se caracteriza por su diversidad, muchas veces esto mismo es
razón de exclusión, marginación, discriminación, lo que conlleva a un
desarrollo desigual y acceso a servicios básicos deficientes o de baja calidad.
En el presente ensayo se desarrollará el tema de la interculturalidad en los
servicios de atención primaria en salud centrado en las lenguas como factor
indispensable para una comunicación efectiva.
La Interculturalidad es,
según Gerardo Fernández “cualquier relación entre personas o grupos sociales de
diversa cultura. Por extensión, se puede llamar también interculturales a las
actitudes de personas y grupos de una cultura en referencia a elementos de otra
cultura.” (Fernández, G. 2004, 65). Esto se refiere a la interacción entre
distintas culturas basada en el respeto, solidaridad y otros valores que
garanticen una convivencia pacífica. Sin embargo, llevar esto a la práctica ha
resultado ser un proceso complicado. Como manifiesta Oswaldo Salaverry, no se
valoraba el conocimiento medico de culturas indígenas, “sin correlación con la práctica médica concreta en la
que pretenden formar a sus alumnos las escuelas de medicina. Relegada a la
periferia del currículo médico, cuando no desterrada totalmente, los aportes de
la antropología estudiando los subsistemas médicos dentro del entorno de las
culturas se orientaron hacia los pueblos primitivos o así considerados y, por
tanto, profundizó su alejamiento de la medicina práctica, confinándose a una
torre de marfil en la cual se cobijan eruditos profesores” (Salaverry, O. 2010,
p 89). Se menospreciaba la medicina tradicional de las culturas indígenas, eran
consideradas incluso incorrectas e inferiores lo que denotaba una gran falta de
tolerancia a la diversidad. Mas bien, la interculturalidad en salud consiste en
la interpretación de la enfermedad involucrando tanto a la medicina
occidental como la medicina étnica.
Ahora bien, el proceso
presento una serie de dificultades entre ellas, una de las más relevantes, la
falta de comunicación debido al obstáculo del desconocimiento de las lenguas aborígenes.
Como se sabe, el Perú es un país megadiverso, en cuanto a lenguas poseemos 47
lenguas originarias de las cuales 4 se hablan en los Andes y 43 en la Amazonia.
A pesar de ello es inusual que los profesionales de la salud manejen estas
lenguas. En las comunidades indígenas el servicio es casi inexistente debido a
que el personal médico no maneja la lengua originaria lo que genera cierto
grado de desconfianza por parte de la población. La salud es un servicio básico
al cual todos deberían acceder sin ningún obstáculo, sin embargo, la barrera
del idioma pone en una situación de desventaja a la población indígena que en
muchas ocasiones recibe el maltrato y desprecio incluso del personal de salud. Todos
tenemos derecho a una atención de salud de calidad en nuestro idioma materno. Por
ello los profesionales de la salud están en la obligación moral de aprender la
lengua local de la zona a la que brindaran sus servicios. Las lenguas son parte
de las culturas, unen e identifican a una comunidad. Al no conocer o manejar la
lengua originaria no solo no se sabe cómo comunicar sino tampoco se conoce las
costumbres, creencias, cosmovisión del usuario, por lo tanto, no se le puede
brindar un servicio de calidad. Como manifiesta Sergio Lerín “El lenguaje
utilizado por los médicos, uno de los aspectos cruciales de la comunicación
intercultural, dificulta la relación e imposibilita la empatía y confianza con
el paciente. La ausencia del manejo de un vocabulario local básico por parte
del personal institucional, además de la escasa información que se da a la
persona indígena sobre el propósito y la necesidad de algunas intervenciones,
tales como la vacunación, las inyecciones, la extracción de sangre, los
exámenes de gabinete, etc., terminan por distanciar en momentos cruciales a los
actores del proceso terapéutico” (Lerín, s.f., pp 2-3). En este sentido Michael
Knipper expresa que “Uno de los
desafíos más importantes y difíciles en el área de la salud intercultural es
justo abrir esta “cultura de la biomedicina” en instituciones como hospitales y
centros de salud para poder adaptar los servicios a las necesidades socioculturales
de la población: el lenguaje de comunicación, la posibilidad de mantener el
contacto con familiares y sentirse acompañado, la autodeterminación de los
pacientes y el acceso a prestadores de servicios curativos o espirituales “no
formales” en el curso de una enfermedad son puntos esenciales”(Knipper, M.,
2010, p 99). Sin embargo, un estudio cualitativo demostró “lo eficaces
que han sido tales iniciativas en términos de mejorar los resultados de salud
de esta población” en los programas de salud adaptados a las poblaciones
indígenas (Patrinos, H., Hall, G. 2001, P 3). Es decir, que cuando se respeta,
valora e incluye la perspectiva de la comunidad, su lengua, creencias,
practicas, etc. se pueden dar resultados favorables en los programas de salud
que se planteen y en el servicio de salud en general.
Finalmente, se puede
concluir que la interculturalidad es una construcción aún vigente en el Perú,
proceso lento que ha presentado una serie de obstáculos principalmente por el
desconocimiento de las lenguas indígenas que ha provocado la inaccesibilidad a
los servicios de atención de salud de calidad. Es por ello que la labor que de
los futuros profesionales del campo de la salud es sensibilizarse ante la
problemática de los pueblos indígenas, aplicar los principios de
interculturalidad y multiculturalidad durante su formación y atención como
profesional. Asimismo, comprometerse con recibir capacitaciones o asesoramiento
de técnicos, curanderos, parteras, médicos de la zona, para trabajar en
conjunto, así establecer vínculos de confianza con la población y ofrecer un
buen servicio, logrando tratar y prevenir posibles enfermedades. Como
manifiesta Lerín “Evitar este desencuentro entre culturas, particularmente en
los servicios de salud que se proporcionan a la población indígena,
especialmente en el primer nivel y segundo nivel de atención, depende en gran
parte de la profesionalización y competencia técnica del personal de salud” (Lerín,
s.f., p 3). Centrando especial atención en el respeto, el buen trato a los
pacientes, reconocimiento de las tradiciones culturales, combate de la
exclusión en la atención de salud, la equidad en el acceso a los servicios a
los distintos grupos étnicos.
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