LC - Semana 13 - El precio de la infelicidad.


El precio de la infelicidad.

Por: Tulio Bueno Medina
tulio.bueno@unmsm,edu,pe

La trata de personas o trata de blancas, una actividad que viola los derechos de las mujeres exponiéndolas a diversos peligros, se ha vuelto uno de los negocios más lucrativos en el mundo del crimen, por lo tanto, un problema de alcance mundial. Nuestro país no es ajeno a este problema, siendo la pobreza una de las causas que hacen que esto prevalezca y que azote a los países en vías de desarrollo o del tercer mundo de la peor manera. Desde nuestro rol de estudiantes y más tarde profesionales de la Salud, no debemos ser indiferente ante ello. El apoyo, difusión y defensa de los derechos humanos son indispensables para cambiar la situación de miles de mujeres que son atrapadas en estas redes.
La trata de blancas o tráfico de mujeres, que consiste en atraerlas con coacción o mediante engaño a centros de prostitución para su explotación sexual (RAE), se va convirtiendo conforme avanza el tiempo en un problema de marco internacional, englobando a los gobiernos, instituciones públicas y privadas y la sociedad en general. Pero que hace que muchas personas que en su gran mayoría sean niñas y mujeres los que son atrapados en estas redes de crimen. Lo países en vías de desarrollo o tercermundistas y los países pobres, son los más afectados en sus territorios, el problema de la desigualdad social expresada en la pobreza es uno de los detonantes para esta problemática.
Gran cantidad de mujeres en busca de mejores oportunidades y con anhelo de salir en la situación en la que están y buscar un mejor futuro para ellas y sus familias, debido a su gran necesidad de trabajar son captadas por estas grandes redes de crimen organizado y son alejadas de sus hogares y llevadas a distintos lugares e incluso fuera de estos países, con engaños, falsas promesas e incluso el uso de la fuerza o amenazas, luego mediante lasos de corrupción que involucra a autoridades y diversos sectores del gobierno, logran encubrir este tipo de actividad.
Al momento en que ya están inmersas en estas redes y lejos de sus hogares o lejos de sus países, poco a poco son restringidas de varios de sus derechos y luego les arrebatan sus documentos de identificación y pasaportes en muchos casos, amenazándolas con dañar a sus familias, seres cercanos y otros si no realizan lo que sus captores les ordenan. Son explotadas laboralmente o son sometidas a prostituirse, este último es el medio por el cual más dinero ganan sus captores. De este modo indocumentadas y en lugares donde todo es manejado por el dinero y el poder, se encuentran en situaciones críticas, que muchas veces les puede costar incluso la vida.
Nuestro país no es ajeno a este problema, se han identificado un total de 68 casos de trata interna, que equivalen al 81% del total (El Pozo, M. 2017), así mismo las modalidades de captación más utilizadas según Tristán explica:
En el Perú se ha determinado que las víctimas son captadas en su gran mayoría por promesas de trabajo anunciadas en diarios, radios locales, calles principales, agencias de empleos, así como por promesas de una mejor calidad de vida en el exterior a través de vínculos amorosos y promesas de matrimonio con extranjeros (p.2)
Las consecuencias se ven reflejadas en la vulneración de los Derechos Humanos, el aumento de estas redes criminales y la corrupción. Aspectos que son de vital importancia combatirlas en nuestra sociedad. Porque el cuidado y respeto de los Derechos Humanos en parte de acuerdos internacionales y por lo tanto estos son indivisibles e inviolables. El daño que causa en las mujeres expuestas a estas situaciones resulta ser irreparable, es por ello que se requiere de un proceso de rehabilitación para la pronta inserción y recuperación en la sociedad.
En conclusión, la trata de blancas o de mujeres, se ha vuelto una actividad que involucra a varios sectores de nuestra sociedad, por lo tanto, es necesario un trabajo intersectorial e interinstitucional, con el fin de salvaguardar los Derechos Humanos, para que de este modo todos nos sintamos seguros en nuestra sociedad. Un gobierno que no pueda protegernos de estos problemas que violentan a las poblaciones más vulnerables han de generar mucha desconfianza. ¿Qué seguridad puede brindar de que nos protege de las distintas amenazas existentes? ¿Se preocupan realmente nuestras autoridades por lo males que aquejan a nuestra sociedad? Se requiere que sepamos elegir adecuadamente a nuestras autoridades para que estas apliquen y combatan problemas como la trata de mujeres. Es inaceptable que el ser humano, la especie que tiene la capacidad de razonar a plenitud, aún en el siglo XXI, siga practicando este tipo de actos, que vulneran la integridad de las personas. Es por ello necesario un trabajo eficaz y en conjunto por parte de las diversas instituciones del estado para la elaboración de leyes y ejecución de estas, también la participación de la población y con apoyo del gobierno para el fomento y difusión de la educación y los derechos mediante proyectos, campañas y talleres, la concientización y acercamiento a poblaciones vulnerables para dar a conocer el impacto y el alcance que puede tener la trata de personas en nuestra sociedad. Nuestra labor como estudiantes de la Ciencias de la Salud, es que en nuestro proceso de formación y en la etapa posuniversitaria fomentemos la educación y el respeto de los Derechos Humanos como pilares de formación de ciudadanos de bien para nuestro medio, generar conciencia y realizar campañas contra la trata de personas y diversos problemas de interés social.
Referencias bibliográficas.

Real Academia Española y Asociación de academias de la Lengua Española (2014). Diccionario de la lengua española (23.ª ed.). Madrid: Espasa
El Pozo, M. (2017). Trata de mujeres para fines sexuales comerciales en el Perú. p. 82
Tristán, C. F. (2010). Diagnóstico sobre Trata de Mujeres, niños y niñas en ocho ciudades del Perú, Lima.

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